miércoles, 10 de diciembre de 2008

20 Meses de IMPUNIDAD

Por Marcos Fco. López Robles
Los 20 meses más largos de la Policía Municipal de Caborca, se vivieron en esta administración municipal, donde dejaron marcada a la corporación policiaca con una estela de muerte e impunidad y traición donde la ley del más fuerte era el bastión que marcaba la pauta a seguir.
Algo que queda en el olvido de las mentes policiacas y de la ciudadanía; 20 meses que iniciaron su trayectoria un día de Septiembre de 2006, para finalizar hasta este mes de mayo de 2008.
Pareciera que la mala fortuna persiguió a los policías de Caborca durante este periodo de tiempo, cinco de ellos murieron de forma trágica; fue la primera vez en la historia de Caborca que se manifiestan los agentes contra el Director de Policía con un plantón que duro cerca de 8 días.
Manifestación pacifica donde acusaron a los mandos de corruptos y de tener nexos con el crimen organizado.
Para finalizar todo cuando un alto mando militar pide que sean destituidos los jefes de policía de Caborca, al encontrar drogas en un vehículo en la misma Jefatura de Policía. Finalizando este periodo de terror, lleno de traiciones.

La Protesta
Los agentes policiacos un viernes 1 de febrero del 2007 se presentaron en Cabildo para sostener una reunión con el presidente municipal Hernán Méndez Oros.
Donde realizaron fuertes señalamientos de corrupción y hostigamiento por parte de Gilberto Abril Cota, precedieron a una reunión de carácter informativo que se dio en relación a un asunto administrativo, terminado con la petición de la destitución del mencionado Jefe de Seguridad Pública de Caborca.
Todo comenzó alrededor de las 13:00 horas cuando un grupo de uniformados inconformes por la decisión del Ayuntamiento de crear un fideicomiso para servicios médicos y pensiones en vez del Isssteson.
Esto desencadenó una serie de señalamientos en contra del titular de la seguridad en esta ciudad, ante el propio Alcalde, Hernán Méndez Oros y algunos regidores.
Estas acusaciones se centraron en la devolución de la autoridad, pues manifestaron que están maniatados a cumplir su labor por los múltiples compromisos de Abril Cota.
Dijeron textualmente que no podían detener a nadie, porque con una sola llamada telefónica ordenaba dejar en libertad y no molestar a quien fuera detenido.
Ante esta situación, el Alcalde aún ante la presencia del jefe policiaco, declaró desconocer estos señalamientos y conminó a los policías a que atendieran su trabajo mientras investigaba tales acusaciones.
Pero los agentes policiacos, firmes y decididos le indicaron al propio Alcalde que querían solucionar las cosas de una vez por todas y que no cederían hasta lograr la destitución de Abril Cota.
Por tal motivo después de salir de la reunión con el Presidente Municipal, fueron y “tomaron” las instalaciones de la propia Comandancia hasta que les respondieran satisfactoriamente, mientras que con pancartas en una de las patrullas frente a las oficinas pedían la destitución del jefe policiaco.
Cabe señalar que en la sala de Cabildo y ante el Alcalde la plática subió de tono y los señalamientos empezaron a ser más fuertes, entre los que destacan: “Arreglos”, compromisos, protección de “tiradores”, castigos denigratorios a quien desobedecía al director, entre otros.
“Queremos que nos devuelvan la autoridad, no podemos detener a nadie”, dijeron, exigiendo enseguida la destitución de Abril Cota”, responsabilizamos a Abril Cota de lo que nos pueda suceder tras esta reunión”, sentenciaron algunos más.

El Plantón.
De allí los agentes policiacos tomaron las instalaciones de policía, permaneciendo desde esa tarde del viernes hasta el día que le dieron cristiana sepultura a Cesar Ernesto Domínguez Mendoza quien fuera ejecutado cuando acompañaba al ex–agente de la PJE, ahora PEI Jorge Iván Valenzuela Córdova, ambos de 35 años y oriundos de Pitiquito.
A un kilómetro antes de llegar a esta población fueron encontrados los cadáveres con un balazo en la nuca, además de presentar el segundo otro en el muslo izquierdo y golpes contusos en diferentes partes del cuerpo, dentro de un carro robado en Arizona, informó la corporación estatal.
Lo anterior fue descubierto por los elementos de la PJE - PEI comisionados en Altar, dentro del Dodge “Intrepid”, champagne, 2002, placas VUV-30-27 (sobrepuestas de la entidad), con reporte de robo.
Aun recuerdo cuando llevaban a sepultar a Cesar Ernesto Domínguez Mendoza cuando salían con el cuerpo de las instalaciones de la Jefatura de Policía se escuchaban las ráfagas de metralleta hacia la colonia Santa Cecilia; como una clara advertencia de lo que se avecinaba para los policías que protestaban y pedían la destitución del jefe policiaco.
Ese día después de permanecer en el plantón la protesta fue levantada, y con la derrota a cuestas e impotentes los policías se fueron retirando uno a uno a sus respectivos domicilios; sabedores que se avecinaba la tormenta.
Al día siguiente todos los agentes fueron sometidos a un maldito antidoping; iniciaba con esto “la cacería de brujas”, pese a las declaraciones del Director Gilberto Abril Cota de no tomar revanchismo contra sus elementos.
Se mata Policía
El agente policiaco Heriberto Moreno García, fue quien se quitara la vida un día martes 5 febrero de 2007 en la mañana, cuando sus compañeros colgaban las lonas y exigían justicia, el policía se daba un tiro en la cabeza en su domicilio por asuntos personales; dando con esto un macabro presagiando de lo que se avecinaba en los días siguientes.
La lucha de los agentes fue infructuosa y dejo muy mal parada a la administración municipal de Caborca en ese periodo, donde sostuvieron a la mala al nefasto director.

La búsqueda del “tuza”

Si mi memoria no me falla, todo inicia cuando Cesar Ernesto Domínguez Mendoza “el tuza” se retira del plantón, una tarde del miércoles, al cumplir sus horas de trabajo, reportándose telefónicamente a su casa, a la cual jamás llego; se supo de manera extraoficial que el tuza se encontraba muerto, según por una llamada anónima recibida en las instalaciones del Ejercito Mexicano; los agentes preocupados por la “desaparición” de su amigo, el día jueves se entrevistaron con el secretario del ayuntamiento quien les otorgo todas las facilidades, para que se implementara un operativo para dar con el paradero del “tuza”, todos armados y en carros particulares y oficiales, con el temor reflejado en sus ojos, se dieron a la tarea de buscar al amigo perdido temiendo lo peor; la costa agrícola de Caborca, fue prácticamente peinada, para reunirse entrada la noche de ese día en la Delegación de la “Y” Griega; -la búsqueda había terminado-, se recibe una llamada donde les indicaban que había sido encontrado muerto en compañía de su compadre Jorge Iván Valenzuela Córdova, ambos ultimados a tiros. Crímenes que a la fecha de hoy no han sido resueltos, mucho menos se ha castigado a los responsables.
Se dijo mucho, que Jorge Iván Valenzuela Córdova seria el próximo director de policía de Caborca y que esa fue la causa de su muerte, el querer un puesto que estaba destinado a una persona que lo mantuvo a sangre y fuego durante esos 20 meses.

Sigue la mala suerte.
Después la muerte sigue a la corporación policíaca y en diferentes sucesos siguen muriendo agentes de policía.

Edgar Emilio Vázquez Soto

A escasos días del plantón un 22 de febrero de 2007 a las 9:30 de la noche cayó muerto de certero balazo en la boca el oficial Edgar Emilio Vázquez Soto.
Mientras que su compañero logró ultimar a uno de los maleantes cuando trataba de escapar a bordo de la patrulla, la cual frenó su marcha al impactarse contra un poste, con el sujeto ya sin vida.
Lo anterior se registró en la residencia ubicada por la calle Campeche número 43, entre Escuadro 201 y Francisco Sarabia, a donde acudió la radio patrulla al reportarse un supuesto “levantón”.
En los precisos momentos en que arribaban los uniformados observaron que salían tres personas de la vivienda, diciéndoles uno de ellos “no hay problema, somos amigos”, pero desde el interior gritó una mujer “mentira se están llevando a mi esposo”, iniciándose inmediatamente después un forcejeo con los sujetos, donde uno de los cuales –ahora occiso--, sacó de entre sus ropas una escuadra, al parecer calibre 9 mm, la cual accionó a “quemarropa” contra los agentes.

Luigia Zarina Vanegas Ibarra
El día 22 de agosto de 2007 al filo de las 5 de la mañana fue asesinada Luigia Zarina Vanegas de 30 años de edad, el asesino Uriel Rabago Pacheco, quien vivía enfrente del que fuera su domicilio, en la Colonia El Ventarron, de esta Ciudad de Caborca, Sonora, fue detenido por Agentes de la Policía Municipal de Caborca.
Quien dejara a una joven mujer policía y trabajadora del ayuntamiento de Caborca, sin vida, Luigia después de laborar durante un periodo importante de tiempo en las filas policiacas decidió pedir su cambio al ayuntamiento donde ella buscaba un remanso de paz a la critica situación policiaca que se vivía en esos momentos.
Fue una joven que se destaco por su simpatía y su disposición a realizar las tareas que se le encomendaran; ascendió rápidamente en los trabajos que desempeño, entre los que se destacan el de enfermera, de agente de transito municipal; participo activamente en la campaña electoral de Hernán Méndez por la Presidencia Municipal: trabajo en el área de Comunicación Social del Ayuntamiento; cuando fue ultimada era la encargada de la Biblioteca Publica Municipal, donde tenia trato directo con los alumnos de la Escuela Secundaria Federal, Colegio de Bachilleres y Universidad de Sonora.

Víctor Manuel Bernal Félix
El 2008 no iba a ser la excepción y el 2 de enero en trágico accidente el Oficial de Policía Víctor Manuel Bernal Félix pierde la vida al volcar el vehiculo que abordaba en la costa agrícola cerca del Ejido Morelos.
Al perder el control de su unidad y se sale de la cinta asfáltica para impactarse con un poste para después volcarse falleciendo el Oficial en ese mismo lugar, debido a la gravedad de las lesiones recibidas por el tremendo impacto.
Inicia el año el departamento de policía de Caborca con este deceso que enlútese a la corporación policiaca y a sus amigos.

Truena la Bomba
Después de una revisión de rutina en la DSPM, al encontrar evidencias comprometedoras, el Coronel Juan Carlos Jiménez Macotelo, Solicita la remoción de los mandos de esta corporación local una noche del 30 de abril de 2008.
En una improvisada rueda de Prensa en los patios de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Caborca, autoridades militares piden al presidente municipal Hernán Méndez Oros, el cese inmediato de los mandos de esta corporación.
Después de una revisión de armamento de parte de los Elementos del Ejército Mexicano, pertenecientes a la 45 Zona Militar, con sede en San Luís Río Colorado, y después de efectuar dicha revisión de rutina, los soldados empezaron a revisar los vehículos particulares de los elementos de la corporación local, encontrando graves evidencias en un vehiculo que se encontraba debidamente estacionado en el tejaban posterior de la comandancia, precisamente donde ponen los carros los jefes.
En el vehiculo, uno de tipo sedan, color blanco, con placas sobrepuestas, de la línea Malibú, modelo reciente, se encontraron además de unas esposas e insignias de la Policía Municipal, varias grapas de plástico, con polvo blanco al parecer cocaína, además de unos cargadores de R-15, armas de uso reglamentario del Ejército.
Al preguntar sobre el propietario de dicho vehiculo, el Director de la Corporación y al Subdirector, Carlos Abril Cota y Aarón Figueroa, estos manifestaron desconocer quién fuera el propietario, a pesar de encontrarse en el estacionamiento exclusivo de la corporación.
Aunado a este grave descubrimiento, los militares presentaron una serie de fotografías donde tres elementos del Grupo de Reacción Inmediata, (GRIM), portan sendas armas tipo AK - 47, las cuales también negaron conocer la procedencia y el destino de dicho armamento de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas de la Nación.
“Es por lo anterior y ante la evidencia de la corrupción existente en esta corporación, le pidió el Coronel al alcalde, el cese inmediato de los jefes policíacos, y empezar a limpiar y levantar la imagen de esta bella ciudad de Caborca”, manifestó el Coronel Jiménez Macotela.
Por su parte el alcalde Hernán Méndez Oros, quién era acompañado por algunos funcionarios del municipio, manifestó su sorpresa e indignación ante la situación flagrante de su Corporación Policíaca, y dijo que era un deber ciudadano acatar las disposiciones del Ejército, y será menciono en aquel entonces en sesión de cabildo, donde se tome una decisión al respecto.
Ya pasó el trago amargo el alcalde de Caborca, Hernán Méndez cuando destituyo al nefasto jefe de Policía porque el Ejército se lo exigió luego de descubrir que en los patios de la Comandancia tenía estacionado un vehículo cargado de drogas.


La aberración contra la PESP
Para nadie es un secreto que el Director de Policía siempre se sintió amenazado por la presencia de otros comandantes que en algún momento compartieron con él la administración de seguridad en Caborca.
Y para un claro ejemplo siempre estuvo en contra de Jesús Alberto Padilla “el cocol” al que nunca acepto de ninguna forma.
Ya que su pequeña humanidad le impedía olvidar viejos rencores contra Padilla Varela.
Cuando Padilla en la administración de Héctor Cañez fungía como “Z6”; Gilberto Abril era el “Z3” quien por traidor fue corrido de esa administración, al faltar a la amistad que le otorgaron en su momento Padilla Varela y Javier Gómez Vásquez.
Así que cuando estuvo sentado en el “trono” que le fue otorgado movió a sus “achichincles” que le fueron fieles, contra todo aquello que fuera Padilla Varela.
En base a mitotes se escudo y protegió su puesto hasta que fue inevitable que saliera de ese lugar de la forma mas deshonrosa que pueda existir.
Una oscura estela de prepotismo dejo detrás de él, en su fallido imperio que trato de construir.

La otra cara de Gilberto Abril con los elementos

La mas cruel de las “triquiñuelas” que se aventó el director fue contra una de las agentes de policía que por contar con ciertos lazos familiares con un regidor panista, se fue contra ella, en un fallido intento de revanchismo.
Lorena Pérez Ozuna fue la agente que según saliera positiva en antidoping que le realizaran mas sin embargo pronto se supo que esta joven ni siquiera fuma, muchos menos consume sustancias prohibidas, una madre de familia que trabaja para el sustento de sus hijos fue victima de este nefasto sujeto.
Su cercanía con el regidor Cesar Salgado fue la piedra angular para que Gilberto Abril de alguna forma arreglara la salida de la joven policía.
Para nadie es un secreto que Lorena Pérez Ozuna de nueva cuenta esta laborando al comprobarse su inocencia en los tribunales.
Los revanchismos no se hicieron esperar para aquellos que no se le arrodillaban ante su omnipotente presencia como el caso de varios agentes que no salían de la casa hogar, y otros puntos estratégicos de Gilberto Abril, para aquellos que eran “rebeldes” a sus mandatos. Ojala y la historia y quienes son personajes y actores en ella, no se vuelvan a equivocar, y si así fuere que la sociedad los juzgue de nueva cuenta. Caborca se merece algo mejor que esto, que queda grabado para la posteridad.
IDEM….

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